Un informe sobre el consumo de sal genera una gran controversia en EEUU.

saleroEl pasado mes de mayo el Institute of Medicine (IOM) americano publicaba un statement en el que sugería que los riesgos de un excesivo consumo de sal podrían estar siendo exagerados por las Socieades implicadas en el manejo y control de la hipertensión, la diabetes, la enfermedad renal, etc. para algunos grupos de población. Y que era necesaria más evidencia al respecto. Las repercusiones de dicho comunicado no se hicieron esperar, los medios de comunicación generalistas, ávidos de titulares, se hicieron eco del informe con titulares sensacionalistas como el «No Benefit Seen in Sharp Limits on Salt in Diet» del New York Times. La polémica fue de tal calado que un grupo de médicos destacados recientemente saltaron a la palestra para aclarar las conclusiones del IOM e intentar resolver la disputa aclarando la manipulación mediática, y declarando su firme convencimiento en la efectividad de la reducción de las cifras de consumo sodio . ajh salLos médicos del Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York se explican en la revista American Journal of Hipertension, que dedicó un monográfico sobre el tema1-10: “The report’s limited scope and relevance to the public, combined with the committee’s conclusion that its findings were consistent with efforts to lower sodium intake, make it difficult to understand why the report’s media coverage created a sense of controversy”. En mi inglés limitado viene a decir algo así:  «el alcance y relevancia del informe era limitado, y la relevancia para el público, junto con la conclusión del Comité, era que los resultados fueron consistentes con los esfuerzos por reducir la ingesta de sodio, haciéndose difícil entender por qué los medios de comunicación cubrieron el informe desde el más puro sentido de la controversia . »
En otras palabras , el informe del IOM se refería a un pequeño y específico sector de la población. El informe señala que «la baja ingesta de sodio puede conducir a un mayor riesgo de efectos adversos para la salud en los pacientes con un diagnóstico de insuficiencia cardíaca congestiva moderada o severa que reciben ciertos tratamientos terapéuticos agresivos», así como «las personas con diabetes , enfermedad renal o las enfermedad cardiovascular» . Además, el informe no propone un consumo de sal libre para todos, ya sea dentro o fuera de estos grupos, sino que se limita a señalar que los estudios entre estos sectores no son concluyentes y se necesita más investigación . «El Instituto de Medicina no sugiere que las personas deben consumir más de 2300 mg de sodio por día , o que se deben abandonar los esfuerzos para reducir la ingesta de sodio población en general”. El IOM da un pequeño tirón de orejas a los medios de comunicación por transmitir parte de la noticia buscando el titular “corremos el riesgo de perder los logros alcanzados como resultado de mensajes de salud pública trabajados durante mucho tiempo» .
Los Centers for Disease Control (Centros para el Control de Enfermedades) también emitieron una respuesta al informe . El título habla por sí mismo: «La reducción de sodio es una prioridad de salud pública». La American Heart Association sigue sin cambiar sus recomendaciones al respecto, menos de 1500 mg por día.
No han faltado quienes han señalado que el informe de IOM buscaba llamar la atención sobre su conclusión de que se necesita más investigación sobre los niveles de sodio recomendada para los subgrupos de población mencionados, aunque eso no cambia el panorama general cuando se trata de la importancia de la reducción del sodio . Como deja claro el informe , «Los nuevos estudios apoyan los esfuerzos actuales para reducir el consumo excesivo de sodio con el fin de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares».
El lenguaje científico médico puede ser confuso, pero hoy en día hay prensa especializada en medicina y debería ser cautelosa a la hora de transmitir este tipo de mensajes. No es lo mismo decir que falta evidencia en determinados grupos de población que decir que se están exagerando los límites para el consumo de sal. Y es que leer sin entender, no es leer.   Bibliografía: 1. Kotchen TA. The Salt Discourse in 2013. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1177. 2. Gunn JP, Barron JL, Bowman BA, Merritt RK, Cogswell ME, Angell SY et al. Sodium Reduction Is a Public Health Priority: Reflections on the Institute of Medicine’s Report, Sodium Intake in Populations: Assessment of Evidence. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1178-1180. 3. McCarron DA. Physiology, Not Policy, Drives Sodium Intake. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1191-1193. 4. McCarron DA, Kazaks AG, Geerling JC, Stern JS, Graudal NA. Normal Range of Human Dietary Sodium Intake: A Perspective Based on 24-Hour Urinary Sodium Excretion Worldwide. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1218-1223. 5. Alderman MH, Cohen HW. The IOM Report Fails To Detect Evidence to Support Dietary Sodium Guidelines. American Journal of Hypertension 26(10): 1198-1200. 6. Mente A, O’Donnell MJ, Yusuf S. Extreme Sodium Reductions for the Entire Population: Zealotry or Evidence Based? Am J Hypertens 2013, 26(10): 1187-1190. 7. Appel LJ, Whelton PK. Flawed Evidence Should Not Derail Sound Policy: The Case Remains Strong for Population-Wide Sodium Reduction. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1183-1186. 8. Clapp JE, Curtis CJ, Kansagra SM, Farley TA. Getting the Message Right: Reducing Sodium Intake Saves Lives. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1181-1182. 9. DiNicolantonio JJ, Niazi AK, Lavie CJ, O’Keefe JH. Problems With the American Heart Association Presidential Advisory Advocating Sodium Restriction. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1201-1204. 10. Heaney RP. Sodium: How and How Not to Set a Nutrient Intake Recommendation. Am J Hypertens 2013, 26(10): 1194-1197.

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