Tienes que mover ese dedo. O de cómo el primer paso es el más importante.
Recuerdo las tardes de los fines de semana de mi infancia viendo clásicos del cine en casa. En aquella salita o en el comedor, estábamos, como mínimo, mis padres, alguno de mis abuelos y servidor. Mi hermana probablemente enredando, pero allí estábamos, muy familiares como somos nosotros. La poca variedad de canales hacía que abundaran los clásicos y las repeticiones. Para los más jóvenes, imaginad que en lugar de reponer Ghost todas las navidades se repitiera cada trimestre. A lo mejor me he quedado corto, porque suele suceder ;). Algo así sucedía con Lo que el viento se llevó, por poner un ejemplo. El cine de sobremesa estaba lleno de películas de John Wayne, cine del oeste, cine bélico, sobre todo el referido a la Segunda Guerra Mundial. La plaga de películas de suspense, estilo Antena 3, o nórdicas, estilo TVE, aún no había asolado las parrillas de los canales …
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