«Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma», de Jason Fried y David H. Hansson. Reseña del libro.

Quienes me leéis hace años en Los Mundos de Josete sabéis que una de las cosas que más me apasiona en esta vida es la lectura. Eso sí, desde hace unos años tengo un pequeño vicio: leer varios libros a la vez. Uno de ellos suele ser ficción y el otro suele ser un libro de emprendimiento, negocios, marca personal, sobre creación de empresas, hábitos de trabajo, gestión del tiempo, etc. Todo ello dirigido a trabajar mejor, trabajar menos (porque eso también es trabajar mejor) y a compaginar el tiempo que dedico a la farmacia y a Qualitatis. El libro que hoy viene al blog es «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma» escrito por Jason Fried y David Heinemeier Hansson. Su título en inglés es «Rework» y se incluiría dentro de la colección Gestión del conocimiento de la editorial Empresa activa. Traducción a cargo de Carlos Martínez Rueda. Leí el libro en formato ebook, pero lo tenéis también disponible en formato papel, tapa blanda.

Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma

Cuando hace unos meses anuncié  un pequeño cambio de rumbo en este blog no pretendía convertirlo en un compendio de libros sobre emprendedores, empresas y productividad. Hoy, un tiempo después, he comprendido que sí es importante leer, ver y escuchar para formarse. Aprender, estar en constante actitud de aprendizaje es muy necesario para avanzar. Quizás es momento de recordarte la reseña de Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Entré en el mundo de este tipo de libros buscando una mejor gestión del tiempo. Tarea en la que estoy, no me asusta reconocerlo. Ya os iré contando.

Si me pidieran la opinión concisa sobre el libro «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma», entendiendo por concisa como respuesta a un ¿Recomiendas su lectura?, la respuesta es , rotundo. Ahora os expondré mis motivos y las principales enseñanzas que extraje del libro, no sin antes mencionar que me voy a referir al libro como «Reinicia» para economizar la lectura, que sé que todos soléis estar muy ocupados, y leer cada vez «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma» se puede hacer algo tedioso.

Recuerdo perfectamente el momento en el que leí «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma», fue durante unas vacaciones, las penúltimas, pero como soy un loco del subrayado y los marcadores, aunque de una lectura en libro electrónico se trate, lo tengo todo bien guardado. La memoria no es infinita y hay que cuidarla. Voy a intentar extraer lo mejor de este libro, aunque es complejo, puesto que hablamos de un libro con un estilo directo, claro y sin ambages, uno de sus puntos fuertes.

Resumen de «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma».

A ver si logro transmitir un breve resumen de «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma». ¿Qué tal un resumen en unos pocos puntos de «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma» como mejor modo de síntesis?:

  1. Prescinde del mundo real.

Estamos acostumbrados al conformismo, a las dudas sobre las ideas innovadoras, al pesimismo sobre los sueños propios o de los demás, los autores escriben bien claro que no hay que hacerles caso.

Mi reflexión: Si cada una de las veces que la gente me ha dicho «No vas a poder con eso» me hubiera rendido, seguiría anclado, hubiera dejado la empresa caer o la farmacia de lado, no me hubiera enrolado en proyectos para mejorar la farmacia o no hubiera superado el cataclismo. Fried y Heinemeier sufrieron lo mismo: se dudó de poder tener millones de clientes con sólo una docena de empleados, lo lograron. Deja las excusas a un lado.

2. Ten un plan, pero trabaja a corto plazo.

Determinar cuál es la prioridad de la semana es fundamental, no vayas tan a largo plazo: establece un objetivo para la semana y  trabaja en ello, deja pie a la improvisación antes de morir ahogado en un «gran plan».

Reflexión: Una de las cosas que más ha provocado la parálisis padecida por los 4 blogs que intento llevar en marcha, a parte de la locura que supone el propio hecho de llevar 4 blogs en marcha, es ahogarme en grandes planes. No establecer objetivos a corto, sumado a las barreras mentales, de las que ya hablaré más adelante, es quizás, el primer error garrafal de muchísima gente. Al hilo de esto, recordar la entrada previa a esta que estás leyendo, y que viene muy al hilo, «Tienes que mover ese dedo. O de cómo el primer paso es el más importante».

3. Deja tu huella en el universo.

Transcribo literal: «para conseguir algo grande necesitas sentir que tú realmente marcas la diferencia», todo ello sin ser necesario descubrir la cura contra determinado tipo de cáncer, pero sí que tu dedicación tiene un valor.

Mi reflexión:  no es necesario que por el término «el universo» entendamos ser una figura mundial, nada más lejos de la realidad. Simplemente con dejar huella en tu pequeño universo, habrás logrado el objetivo al que se refieren los autores. Innova, crea diferencias significativas y mejora la vida de ese «universo».  Ese ha de ser el principal objetivo: mejorar la vida de tus potenciales clientes.

4. Arranca con algo.

La idea que tienes en la cabeza te puede parecer brillante, pero hasta que no comiences a desarrollarla de verdad no vas a conocer su aceptación ni las ideas del público objetivo al respecto. Me encanta esta frase de los autores: Las ideas son baratas y las hay a cientos. La idea original de un negocio es una parte tan pequeña del mismo que casi no cuenta. la parte crucial es el cómo se ejecuta.

Mi reflexión: pisa la tierra, pon los pies en ella. Es el punto de partida para volar alto. No creo en la gente con grandes ideas y poco realismo, no creo en la gente que no conoce la cadena de producción por mucho que su empresa sea enorme. No me gustan ni los toreros de salón ni los boticarios sin bata. En próximas fechas desarrollaremos esta idea, pero si no arrancas, si no comienzas, tu mente te va a jugar malas pasadas. Tu idea te va a parecer brillante, pero sólo será una idea.

5. La falta de tiempo no es excusa. 

Siempre hay tiempo suficiente si lo empleas bien, dicen los autores. Da pequeños pasos, emplea una horita más cada día para desarrollar esa idea o ese sueño. Seguro que con ese pequeño tiempo extra eres capaz de sopesar si la idea es válida, arrancar. Si esperas al momento oportuno este nunca va a llegar.

No puedo estar más de acuerdo con esta reflexión. Es verdad que nos falta tiempo, en mi caso personal, quiero hacer muchas cosas al final del día, no sé si es demasiada ambición, pero lo cierto es que si aprovechara todos y cada uno de los momentos, podría hacer más cosas. Así que deja de procrastinar y ponte a aprovechar el tiempo. Hay muchas maneras, pronto iré contando cómo me organizo yo.

6. Traza una raya en la arena.

Cuando comiences a avanzar, no pierdas nunca de vista el porqué de estar haciendo lo que estás haciendo. Es necesario un punto de referencia, por el que estar dispuesto a luchar. En la parte menos positiva de esta afirmación hay un pero: las convicciones fuertes van a provocar que alguna gente te rechace, te tache de arrogante y antipático.

Mantener la identidad y, lo que es más importante, mantener la integridad de cualquier proyecto que emprendas es fundamental. Las ideas son ideas, pero hay valores irrenunciables que se deben mantener a lo largo del desarrollo y vida del proyecto. En este aspecto también coincido plenamente con los autores, más allá del éxito, lo más importante es la honestidad y la fidelidad para con la idea inicial que sustentó cualquier proyecto.

Mi reflexión: Respecto a la animadversión que puede despertar mantenerse firme en sus convicciones: adelante. Hay días en los que has de mantenerte firme, no doblar tu brazo porque alguien no quiere comprender que no todo vale y que hay situaciones en las que hay que cumplir la Ley o en las que no puedes, ni quieres, entrar. Adelante, por cada persona a la que le parezcas simpática, a la que le caigas bien, va a haber gente que no entienda tu postura o no quiera entender. Me costó, pero aprendí que casi prefiero esta situación a las veletas de conciencia para agradar a todo el mundo.

7. Declaración de la misión imposible.

Existe una diferencia entre lo que dices que ofreces y lo que ofreces en realidad. Muchos alardean del mejor servicio, pero no es así. La organización debe estar implicada desde el primer al último trabajador, no vale la palabrería si no los hechos, y los clientes, antes o después, sólo percibirán hechos

Reflexión: Seguro que conoces a mucha gente así, el comercial de telefonía, un delegado comercial de visita farmacéutica, cada X semanas tropiezo con alguien que te ofrece el oro y el moro pero que no cumple a la hora de la verdad una vez has dado el sí. Prometer hasta meter. Es más, vas a ver como mucha pez muere por la boca y cuando desmontes su historia se ponen agresivos. Ha de ser un ejemplo sobre lo que no se debe hacer.

8. La financiación externa es el Plan Z.

¿De dónde sacar la inversión inicial? El consejo de los autores es que si te dedicas a ser una empresa de servicios no necesitas financiación externa. Si recurres a terceros pierdes el control y te impone cadenas.

Mi reflexión: Entendiendo lo que quieren decir los autores, este es el punto que más controversia me genera. De las dos actividades principales con las que me gano la vida (el blogging no es una de ellas, todavía), una presta servicios, Qualitatis, y la otra, farmacia Sendra, no presta tantos servicios como debiera, luego recurre a productos. Si Qualitatis hubiera tenido que prestar servicios recurriendo a financiación externa, y hay ya una inversión considerable en 4 años como SL y 4 previos como persona física, a lo mejor no sería un proyecto saneado y viable. Por contra, la farmacia, por todos los impagos y por la situación personal en la que la asumí, sí requiere de financiación externa. Obviamente, si acudes al banco cuando quieras arrancar te van a poner la alfombra, el banco vive de eso, te van a pintar las cosas fáciles, pero luego hay que devolver el dinero, no es a fondo perdido. Apoyo el Plan Z, evita la financiación externa si te dedicas, o te vas a dedicar a los servicios.

9. No te escondas detrás del término «startup».

Ingresos, gastos. Obtén beneficios o acabarás desapareciendo. Una empresa sin un planteamiento de cómo llegará a dar beneficios no es una empresa, es un hobby. Los autores recomiendan poner los pies en el suelo.

Mi reflexión: detrás de muchos grandes proyectos hay una idea, crecer muy rápido y vender. Es lícito, es una manera de hacer negocio, pero no vale a cualquier precio. Mira bien qué hay detrás de «Startup»

10. Menos masa.

Este punto os puede parecer más o menos controvertido, pero la recomendación es clave: mantente reducido, no acumules masa: contratos a largo plazo, exceso de personal, decisiones inamovibles, reuniones, procesos complejos, inventario, hardware, software, planteamientos a largo plazo o politiqueo de despacho son ejemplos.

Como reflexión personal: Muchas veces, los emprendedores, las organizaciones, los grupos de personas, tenemos decenas de capas, de elementos que no nos conducen a ninguna parte. Sé prudente al «engordar» tu personal innecesariamente.

11. Saca partido de tus limitaciones.

Según los autores de Reinicia, Menos es más. «Unos recursos limitados te obligan a apañarte con lo que tienes. No hay margen para el despilfarro. Y eso te obliga a ser creativo». Cuando no hay más alternativas tienes que dar lo mejor de ti mismo, aunque a veces es muy duro, es durísimo, iremos hablando sobre ello.

Aquí no puedo estar más de acuerdo. Contar con pocos recursos me ha hecho avanzar lento, pero seguro. Y obliga a dar lo mejor de ti mismo en cada momento.

12. Es mejor una mitad única que una unidad a medias.

«Puedes acabar por transformar un conjunto de magníficas ideas en un mal producto si intentas aplicarlas todas al mismo tiempo». Cuando emprendes, y sobre todo, cuando arrancas solo, hay mil y una cosas que hacer. Las ideas de cursos en Qualitatis, imágenes para títulos, proyectos, entradas para blog, en cualquiera de de los que intentamos sacar adelante, reflexiones sobre la farmacia, etc. son decenas. Pero, como dicen Jason Fried y David H. Hansson: «tendrás que sacrificar alguna de tus ideas brillantes por el bien del resultado final».

No puedes llegar a todo, sobre todo cuando vas solo. Pero aunque fueras acompañado, sigue siendo mejor asumir que es mejor ir paso a paso.

13. Empieza en el epicentro.

«Cuando empiezas algo nuevo existen siempre fuerzas que te empujan en direcciones diferentes». Muy al hilo del punto anterior cuando quieres emprender, aparece lo que algún «gurú» como Óscar Feito denomina el síndrome del objeto reluciente. Esa distracción que aparece siempre y te descentra, esa oportunidad de negocio, esa idea que te desvía del objetivo, etc. Los autores proponen un método para encontrar el epicentro: «Si tomo esta dirección, podrá continuar existiendo lo que yo vendo?»

Determina el epicentro, ¿Qué parte de la ecuación es indispensable? Y a partir de ese momento, cuando tengas claro qué es lo irrenunciable, centra toda tu energía en conseguir que sea lo mejor. Y es así de claro, en todo negocio, en todo camino, hay partes que no pueden dejarse de lado. Tenlas siempre presente.

14. Olvídate de los detalles en un principio.

Y tienen toda la razón. «Centrarte en los detalles demasiado pronto da lugar a discusiones, reuniones y retrasos». Fried y Hansson no recomiendan perderse con cosas que no tienen incidencia y que pueden acabar cambiando con el tiempo. Hay que afianzar primero los fundamentos y preocuparte por lo accesorio más tarde.

Os recomiendo esto pero puedo decir que no lo cumplí cuando me hice cargo de la farmacia, al igual que tampoco lo había hecho al arrancar Qualitatis. Es difícil estar en el epicentro, no querer llegar a todo, no querer controlarlo todo. Pero créeme, nada es perfecto, ni al nacer ni al «morir», y va a seguir siendo así. Comienza por lo importante, pon los cimientos y todo saldrá bien. Los pequeños detalles tendrán su tiempo, el proceso, el camino, te llevará a ellos.

15. Tomar una decisión es avanzar.

Procrastinar, aplazar decisiones, no es más que apilar la resolución de las mismas. Los autores proponen algo simple, pero complicado, sustituir el «vamos a pensárnoslo» por «decidámoslo». El compromiso con las decisiones, aunque no se tenga la solución perfecta, genera el hábito de tomar decisiones, y ello conlleva, de manera inevitable, avanzar.

Reflexión al respecto: cuando entras en dinámica resolutiva te sientes imparable, y esa bola de nieve no para de crecer, te sientes con más fuerza y con más velocidad y no paras de avanzar. Así que decide más.

16. No le des tantas vueltas.

En este punto, los autores hacen el símil con un programa de cocina en el que los restaurantes con problemas ofrecen demasiados platos, porque los dueños de los mismos piensan que así amplían el atractivo del restaurante, pero su comida es mala. Gordon Ramsay, el presentador, comienza siempre por reducir el número de platos. Cuando las cosas no van bien, la tendencia es darle más vueltas al problema, dedicando más tiempo, más gente, más dinero. Así sólo se agranda el problema. Los autores proponen recortar, hacer menos.

Cuando lo que hay que hacer es ser minimalista con el problema, aunque cueste, se centra la atención en un punto. Se focaliza. A veces, darle más vueltas, agrandarlo todo, no es la solución.

17. Concéntrate en lo que no cambiará.

Está muy bien, y va un poco al hilo del síndrome del objeto reluciente del que hablaba en el punto 13, pensar en la próxima gran innovación, pero si te concentras en lo que es sustancial y no en la moda puedes perder la esencia de tu negocio.

Entiendo que este punto puede ser controvertido, pero los autores recomiendan mantener la esencia del negocio en lo que no cambiará porque tu consumidor, o buyer persona, como se le conoce ahora, no va a cambiar de hábitos dentro de 10 años. Y como ejemplo ponen a Amazon, que mantiene sus esfuerzos por dar una entrega rápida y una política de devoluciones sin complicaciones, así cimienta su negocio de venta a distancia.

18. El arte está en tus dedos.

Los gurús de guitarra suelen decir «El arte está en tus dedos», aunque compres la mejor guitarra del mundo o uses el mejor amplificador. Un buen equipo ayuda, pero el arte está dentro de ti. No te obsesiones con las herramientas (otra más de síndrome del objeto reluciente). Mucha gente se pierde en la apariencia pero si rascas no hay nada, a esto se refieren los autores. La gente se gasta una fortuna en herramientas pensando que así acortarán las horas de práctica hasta ser artistas.

Me sentí muy identificado con este punto, porque además hablan de bloggers o podcasters que se acaban liando con las herramientas a emplear. Lo importante es lo que tienes que decir.

19. Vende tus subproductos.

Cuando se hace algo siempre se obtienen cosas suplementarias, no sólo te limitas a vender. Se trata de aprovechar esas fuerzas colaterales que se desprenden del esfuerzo principal.

Aunque cada cual debe aprender y encontrar los subproductos, el ejemplo de los autores es el documental «I am trying to break your heart» de Wilco, filmaron el proceso completo de grabación del disco, llegaron a salas de cine, conquistaron nuevas audiencias y generaron ingresos. Así de fácil. Busca, piensa y encuentra. 

20. Toma decisiones pequeñas.

Por último, porque lo que debes hacer es comprar el libro y leerlo, por 2 euros lo tienes en formato digital: Las grandes decisiones son difíciles de tomar y de corregir. Entra en juego el ego, el orgullo, el deseo de no quedar mal. Por ello, cuanto más pequeñas sean las decisiones más fácil será corregir el rumbo.

Vuelvo a la entrada «Tienes que mover ese dedo. O de cómo el primer paso es el más importante». Poco a poco, paso a paso, mueve, decide, ejecuta, pero hazlo, aunque sean pequeños pasos.

 

Hasta aquí este «mini resumen», entiéndase la ironía, de este libro que recomiendo, por muchas más razones que las 20 que he expuesto. Es un libro directo, sin ambages. Si estás pensando en emprender, o ya estás en esta aventura tan maravillosa como trepidante, este libro te va a ayudar.

Si quieres comprar y descargar «Reinicia: Borra lo aprendido y piensa la empresa de otra forma» en formato digital lo puedes hacer desde este enlace en Amazon, estarás ayudando a mantener los costes del blog: dominio, hosting, etc. Si te ha gustado esta entrada te emplazo a compartirla en tus redes sociales y a seguir este blog.

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